Es conveniente antes de llegar a ciudades como esta donde existen muchas actividades para poder realizar, armarnos una lista de los principales lugares para administrarnos mucho mejor el tiempo y no olvidarnos de nada.
Podemos comenzar el recorrido conociendo las principales construcciones medievales que son realmente espectaculares.
Entre ellas podemos destacar el Castillo de San Jorge ubicado en la colina más alta del centro de la ciudad.
Luego tenemos que visitar sin dudas la Catedral de Lisboa que es una de las construcciones más antiguas de la ciudad, iniciada en el año 1147. No cuenta con un estilo arquitectónico definido ya que fue modificada varias veces a lo largo de la historia.
El barrio de la Alfama es el más antiguo de la ciudad y vale la pena tomarse el tiempo para recorrerlo a pie, disfrutando de sus calles pequeñas y su arquitectura medieval muy atractiva.
Es uno de los lugares más turísticos de la ciudad y por ello también vamos a tener la posibilidad de encontrar una gran cantidad de puestos en la calle y comercios para poder comprar recuerdos del viaje.
Dejando un poco la historia, es hora de conocer La Baixa que es la zona céntrica de Lisboa y donde se pueden ver diferentes monumentos importantes como el Teatro Nacional Doña María II, el Rossio y la Praca do Comercio entre los más importantes.
Cuando llega la noche, Lisboa es una de las ciudades soñadas para salir a cenar o bien recorrer zonas turísticas pudiendo observar los diferentes monumentos iluminados artificialmente.
Para los que buscan diversión, existen muy buenos bares y discotecas para poder disfrutar hasta altas horas de la madrugada.
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